A los 3 años empecé a dibujar y a jugar con los colores. Al entrar a la escuela ya no me dejaron pintar las cosas que me gustaban. Tuve que dejar mi vocación natural durante algunos años.

Trabajando en el verano para solventar los gastos del día a día, cursé dos carreras, la de Medicina y la de Técnico en Hemoterapia. Al mismo tiempo, empecé a tocar tambores, maracas, bongó y cualquier otro tipo de percusión que llegaba a mis manos. Me gustaba cantar, danzar y componer música e incluso actuar. Mi afán artístico se fue plasmando poco a poco. 

Con el Teatro de la Barraca aprendí infinidad de artes, entre ellas, transfigurarme en personajes parlantes y de pantomima, dirigir y dejarse dirigir, confeccionar vestuarios, instalar focos, crear y manejar títeres, y escribir guiones colectivos y personales. Con el Teatro de la Barraca montamos espectáculos y actuamos en Montevideo y en el interior del país. También viajamos a Ouro Preto en Minas Geráis, a Río de Janeiro donde actuamos con el famoso grupo de Teatro Callejero,Ta Na Rua, actuamos en Arapongas en Paraná, y en Corrientes, Resistencia y Córdoba, Argentina.

En mi vida me he enamorado muchas veces, con algunas personas conviví y con otras hemos compartidos momentos inolvidables. La naturaleza me ha atraído siempre; el mar, los bosques, la selva... Me he enamorado de muchos árboles y he aprendido a escuchar el sonido de sus corazones.

En 1990 dejé mi trabajo en el hospital, después de 8 años, y comencé a desempeñarme como ilustradora profesional.

A partir de 1991 publiqué los primeros cuentos para niños, de mi autoría. 

Por entonces, me contrataron como profesora de expresión corporal y de portugués, para niños desde 3 a 14 años, en el primer colegio de espiritualidad laica del Uruguay, el Instituto de los Jóvenes, IDEJO. Todos, niños y profesores, meditábamos al entrar y antes de marcharnos. Gracias a participar de la meditación con los más pequeños, dibujé mis primeros mandalas y publiqué Mandalas a volar.

En 1998 vine a España a estudiar y a proyectar toda mi creatividad en Tian, la Escuela Neijing. Allí pasé trece años. Aprendí mucho acerca de la convivencia, la medicina oriental y el arte. Diseñé e ilustré muchos libros y viajé por una gran cantidad de países dando seminarios y presentando ponencias en congresos. Actualmente vivo en Cuenca, la ciudad de las casas colgadas. Es un sitio muy privilegiado y con una inmensa belleza. 

En estos últimos años mi vida se ha vuelto aún más emocionante. Continúo investigando en mi propia voz con una gran Maestra de una disciplina llamada Psicofonía o el sonido del alma o de la psique. También me he formado en Música para Bebés -pedagogía de Musica in Culla®-. Me he formado como sacerdotisa de la Energía Femenina, como Moon Mother, Madre Luna, junto a Miranda Gray. Y continúo practicando Chi Kung, Qi Gong, y profundizando con maestros chinos en la Ciencia del Zhi Neng Qi Gong, del Hospital sin Medicinas, dirigido por el Dr. Pang He Ming.

 

Mis hermanos me ha regalado muchas sobrinas, sobrinos, sobrinas nietas y sobrinos nietos, todos muy divertidos. Cada vez que pienso en hacerles un regalo para agradecerles su llegada a la vida, compro un libro de cuentos. Con cada libro, sé que les invito a conocer un mundo nuevo de colores, ritmos, melodías, emociones y palabras, que van a disfrutar, felizmente, a su manera.

 

Ana Barrios Camponovo

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